El Reloj las 10:00 PM marcó. ¡Por Fin!
Otro día de trabajo y estudio que terminó.
Qué difícil es ser positivo de vez en cuando
Sobre todo, cuando solo hace dos días que tu quincena te pagaron
Pero solo cuentas con los 20 pesos del concho y 50 para comprar algo en el colmado.
Pensando llegar a casa lo más rápido posible para, sí hay agua, ducharte…
Desplomarte en tu cama a descansar, siempre y cuando el vecino no le dé para al Alfa escuchar.
Recostarte, mirar al techo y cuestionarte ¿Por qué me esfuerzo tanto?
Pestañeas y suspiras, te acuerdas que tu caso no es igual que el de Yuleisy
Que tiene grandes chapas, 18 pulgadas de pelo postizo y un enamorado que provoca espanto.
Piensas, piensas y piensas… si de verdad valdrá la pena tanto trabajo pasado
Sí perteneces a una generación que venera lo incorrecto, que enaltece lo mal hecho.
Cierras tus ojos y vuelves a pensar en Yuleisy… En su carro nuevo, en su último viaje
Piensas en sus estados de Facebook… Te ríes y recuerdas todas las veces, que la palabra Viaje ha escrito con B.
¡Conchale! Qué injusta la pinche Vida, ¿No?
Decides dormirte, mañana es otro día… Pero ni en tus sueños puedes descansar
Las chapas de todas las Yuleisy del Mundo te persiguen y te quieren alcanzar.
En el sueño piensas en rendirte y dejarte atrapar. ¿Qué es lo que podría pasar?
Pero no te detienes, sigues y sigues hasta que esas gelatinosas Chapas te dejan y a alguien más se van a cazar…
Te despiertas pensando que ya fundiste, vuelves a reír y te dices a ti misma:
¿Qué diablos es lo que estoy pensando? Yo no necesito nalgas y tetas para en la vida poder triunfar.